¿APRENDER A
DECIR NO?
Durante
mi estancia en prácticas un gran aporte a mi formación docente, ha sido el
aprender a decir NO, a los alumnos en las situaciones oportunas.
Al
comenzar mi periodo de practicum, una de las cosas que tuve que aprender con
gran rapidez fue a saber decir no, con cierto grado de autoridad y en todo tipo
de contexto que surgen en el colegio.
La
primera semana, fue en este aspecto un poco dura y en cierta medida hasta la podría
calificar como desagradable, cuando los alumnos me hacían diferentes tipo de
peticiones, o aparecían situaciones en las que tenía que expresar una respuesta
negativa a lo que los alumnos deseaban en momentos determinados.
Con
la ayuda y la observación de los profesores del centro, y también debo nombrar
en este apartado a mi compañero de prácticas Javier pues él estaba mucho más
preparado a la hora de llevar este tipo de situaciones, fui adquiriendo poco a
poco la habilidad para saber expresar una respuesta negativa, ir perdiendo ese
miedo que esto supone, ya que por mi parte existía cierta preocupación a que los alumnos se sintieran disgustados
conmigo.
Pero
ahora después de varias semanas actuando en el centro como futuro profesor, me
doy cuenta que es algo valioso el tener que haber afrontado este tipo de
situación, para estar mejor preparado en un futuro como docente.
También
he observado que este tipo de situaciones, no suelen tan ser fáciles como imagina
la mayoría de la gente, el saber decir que no a algo, conlleva a una buena
explicación de por qué estamos expresando una respuesta negativa a la
proposición del alumno, lo requiere un lenguaje y un tipo de expresiones
adecuadas para que sean captadas por los propios alumnos.
Los
resultados suelen ser en su gran mayoría positivos, y los alumnos acaban
comprendiendo el porqué reciben una respuesta negativa a su propuesta, aunque
en ocasiones hay que extender un poco más el proceso para que lo logren comprender.
En algún caso también he de reconocer
que he precisado la ayuda de los profesores del centro, porque algún alumno no asimilaba
la respuesta negativa que recibía, y su comportamiento pasaba a ser algo que no
podía controlar. Finalmente los
profesores del centro solucionaban la situación con total tranquilidad y
haciendo una gran demostración de sus habilidades, situaciones que también han
servido para mí, como aprendizaje ante posibles situaciones similares que me
pueden surgir cuando ejerza de docente.
Con
esta experiencia he aprendido a saber decir no ante situaciones que lo
requieren, y estas deben hacerse de un modo asertivo, para conseguir decir no y
para mantener la buena relación con los
alumnos.
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